5. EL RETABLO MAYOR

El retablo mayor fue realizado entre 1520 y 1522 por Felipe Bigarni. Se construyó en madera dorada y policromada y representa la unidad religiosa, política y territorial de los Reyes Católicos. 

Todo el conjunto es de una gran riqueza. Las escenas se encuentran en una arquitectura renacentista con una decoración de grotescos extraordinaria, por lo que se puede afirmar que estamos frente a un conjunto de lo mejor de la escultura renacentista de España.

La parte superior del retablo recoge los dos grandes misterios cristianos: la Santa Trinidad y la Encarnación de la Virgen María. Si comenzamos observando la parte superior central, podemos ver la imagen de Dios Padre. Bajo ella la paloma, que es el Espíritu Santo, irradiando sus rayos de luz en representación de su gracia hacia el tercer miembro de la trinidad, que sería Cristo. Finalmente, un cristo crucificado con la Virgen y san Juan a sus pies. Este es el misterio de la Santa Trinidad, tres personas en un mismo Dios. En segundo lugar, el misterio de la Encarnación del hijo de Dios aparece representado por la Virgen María en la parte superior izquierda y el arcángel san Gabriel en la parte superior derecha. 

A izquierda y derecha del cristo podemos ver dos escenas de la pasión: Jesús con la cruz a cuestas y la Virgen ante el cristo muerto o piedad. En la escena central, bajo la cruz, los dos santos Juanes a los que este templo está consagrado. Juan el Bautista se sitúa a la izquierda y la escena de su costado representa su decapitación por Herodes. La figura de la derecha representa a san Juan Evangelista y a su derecha se representa su martirio. 

Más abajo, sobre el sagrario donde se encuentra Dios, encontramos a la Virgen con el Niño adorado por los tres Reyes Magos. Melchor está en la misma escena y en los laterales aparecen Gaspar y Baltasar. 

En la siguiente escena a la izquierda de la Virgen vemos el bautismo de Jesús por Juan el Bautista, y a la derecha, a san Juan Evangelista con el águila que le representa. 

Las imágenes más bajas del retablo, que se encuentran a la altura del altar, las de la izquierda representan la entrega de las llaves de Granada por Boabdil a los reyes, y las que se encuentran a mano derecha, la conversión y el bautismo de moriscos tras su llegada a la ciudad. 

En las columnas laterales observamos diferentes figuras que representan a los cuatro padres de la Iglesia (san Gregorio, san Jerónimo, san Ambrosio y san Agustín) y a los cuatro evangelistas (san Juan, san Lucas, san Mateo y san Marcos). 

Destacan fuera del retablo las dos esculturas de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón rezando arrodilladas, realizadas por Diego Siloé, que sustituyeron a dos esculturas que encontraremos situadas en la sacristía.

Finalmente, en los laterales, antes de subir las escalares al altar mayor, observamos dos retablos adicionales, construidos años más tarde por Felipe IV. Ahí se instaló la colección de reliquias de la reina, antes situada en la sacristía, y en la que destacan una reliquia del brazo de san Juan Bautista o el cilicio de san Francisco.